Entradas etiquetadas con ‘mitos’

Thu07Jan

El descenso de la Diosa

Escrito en Mitología

En diversas culturas encontramos «mitos de descenso», al punto de constituir una categoría propia dentro de las clases mitológicas. Héroes y heroínas, simples mortales y divinidades, han protagonizado este viaje en su proceso de transformación hacia un estado de mayor conocimiento de sí mismos y del Universo.

En la liturgia de la Wicca, este proceso es representado a través del mito del Descenso de la Diosa, claramente relacionado con el mito griego de Kore-Perséfone, base de los Misterios de Eleusis. Los Misterios Menores, celebrados precisamente en torno al equinoccio de primavera, recreaban el descenso de Kore al Inframundo, raptada por su tío Hades, luego del cual asumía su nuevo nombre de Perséfone.

A continuación presentamos el mito Wicca del Descenso de la Diosa, en la forma en que fue redactado por Gerald Gardner:

«En la antigüedad nuestro Señor, el Dios Astado, quien nos consuela y conforta, era conocido por los hombres como el Terrible Señor de las Sombras; solitario, sobrio y frío. Nuestra Señora, la Diosa, nunca había amado, pero estaba dispuesta a resolver todos los misterios, incluso el misterio de la muerte, y así se dirigió una vez al Reino de la Muerte. Los guardianes de las puertas le dijeron «Quítate tus vestidos, deja aquí tus joyas, pues nada puedes traer a estas tierras» Dejó pues sus ropas y joyas, y fue atada, como son atados todos los que entran al Reino.

Tal era su belleza que la propia Muerte se arrodilló ante ella y besó sus pies, diciendo:
«Benditos sean tus pies, que te trajeron hasta aquí. Quédate conmigo, déjame colocar mi fría mano en tu corazón»
Ella contestó: «No te amo. Por qué haces que todo lo que amo y disfruto se desvanezca y muera?»
«Señora», contesto la Muerte, «Es el tiempo y el destino, ante lo cual no puedo hacer nada. El tiempo hace que todas las cosas se desvanezcan; pero cuando los hombres mueren les brindo descanso y paz, y fuerza para que puedan regresar. Pero tú eres adorable, no regreses, quédate conmigo»
Pero ella contestó «No te amo»
«Entonces», dijo la muerte, «si no recibes mi mano en tu corazón, sentirás el látigo de la Muerte»
«Si ese es mi destino, que así sea» dijo ella, y se arrodilló, y recibió los latigazos, y gritó «Siento los espasmos del amor»
«Bendita seas» dijo la Muerte, y le dio los cinco besos, diciendo: «Por lo tanto, sea para ti todo el gozo y el conocimiento»
Y le enseñó todos los misterios, y se amaron, y fueron uno, y le enseñó la Magia. Porque hay tres grandes eventos en la vida del hombre: el amor, la muerte, y la resurrección en un nuevo cuerpo, y la magia los controla a todos. Porque para la consumación del amor se debe retornar al mismo lugar y al mismo tiempo que el ser amado, y se debe recordar, y amarlo nuevamente. Pero para renacer debes morir primero, y estar listo para un nuevo cuerpo. Y para morir debes haber nacido, y sin amor, quizá nunca seas concebido. Y esa es toda la magia.

Y nuestra Diosa siempre se inclinó al amor, el gozo y la alegría. Cuidó amorosamente a sus hijos escondidos durante su vida, y en el momento de su muerte les enseñó el camino de la Comunión, y en este mundo les enseñó el misterio del círculo mágico, que se encuentra en medio de ambos mundos.»

Sat28Nov

Mitología. Enuma Elish

Escrito en Historias, Mitología

«Cuando en lo alto el cielo no había sido nombrado y en lo bajo la tierra no había sido mencionada, del Abismo y la Impetuosidad se mezclaron las aguas. Ni los dioses, ni las marismas, ni los juncales existían. En ese caos fueron engendrados dos serpientes que durante mucho tiempo crecieron en tamaño, dando lugar a los horizontes marinos y terrestres. Ellos separaron los espacios, ellos fueron los limites de los cielos y la tierra. De los limites nacieron los grandes dioses que se fueron agrupando en distintas partes de lo que era el mundo. Y estas divinidades siguieron engendrando, perturbando así a los grandes formadores.

Entonces el abisal Apsu se dirigió a su esposa Tiamat, madre de las aguas oceánicas y le dijo: «el proceder de los dioses me es insoportable, su jolgorio no me deja dormir. Ellos se revuelven por su cuenta siendo que nosotros no hemos fijado ningún destino». Así hablo Apsu a Tiamat, la resplandeciente. De tal manera fue dicho esto que Tiamat enfurecida se puso a gritar: «vamos a destruir a esos revoltosos así podremos dormir». Y ella estaba rabiosa y se agitaba dando grandes voces. Fue de ese modo que uno de los dioses, Ea, comprendiendo el designio destructivo extendió sobre las aguas un encantamiento. Y con el dejo profundamente dormido a Apsu, como era su deseo, y le ato con cadenas. Finalmente lo mato, desgarró su cuerpo y sobre él estableció su morada. Allí vivió con su esposa Damkina hasta que de esta unión nació Marduk (el creador del mundo)….»

«…mientras Marduk crecía y ordenaba el mundo, algunos dioses se acercaron a Tiamat y le recriminaron su falta de valor diciéndole: «mataron a tu consorte y te quedaste callada, y ahora tampoco nosotros podemos descansar. Te convertirás en nuestra fuerza vengadora y caminaremos a tu lado al combate». Así gruñían y se amontonaban alrededor de Tiamat, hasta que ella cavilando sin cesar decidió por fin modelar armas para sus dioses. Rabiosa creo a los monstruos serpientes de garras venenosas, a los monstruos tempestad, a los hombres escorpión, a los leones demonio a los centauros y a los dragones voladores….»

«…Cuando pasado el tiempo ni emisarios ni valientes pudieron cambiar los designios de Tiamat, el anciano Anshar se levanto pidiendo por Marduk. Entonces Ea fue hasta su hijo y le rogó que prestara ayuda a los dioses. Pero Marduk replico que en tal caso habría de ser elevado como jefe…»

«…Tiamat conjuro y recito sus formulas y los dioses salieron a la lucha, entonces el Señor (Marduk) arrojo su red atrapándolos. La terrible Tiamat abrió su enorme boca. En aquel momento, él, soltó a los huracanes que penetraron en ella y lanzo una flecha que atravesó su vientre. Después se hizo cargo de sus oscuras entrañas hasta dejarla sin vida. El horrible ejercito se desbando y en confusión las afiladas armas fueron destruidas. Ceñidos en la red los prisioneros fueron arrojados a las celdas de los espacios subterráneos…»

«…luego de reforzar la prisión de sus enemigos… el señor volvió sobre el cuerpo de Tiamat y aplasto su cráneo con la maza…y al ver la carne monstruosa concibió ideas artísticas. Así que corto a lo largo el cadáver como si fuera un pescado, levantando a una de sus partes hasta lo alto del cielo. Allí la encerró y coloco un guardián para que impidiera la salida de las aguas. Luego atravesando los espacios inspecciono las regiones y midiendo el abismo estableció su morada sobre él. Entonces, construyo casas para los dioses iluminándolas con estrellas. Después de hacer el año, determino en el doce meses… a estos los dividió hasta precisar los días… destaco a Samash (Sol) la partición del día y la noche, y puso la brillante estrella de su arco para mirada de todos. Encargo a Nebiru (Sirio) la división de las dos secciones celestes al norte y al sur, en medio de la oscuridad encomendó a Sin (Luna) iluminar, ordenando los días y las noches.»

«Cada mes, sin cesar, le darás la forma de una corona. Al principio del mes, para billar sobre el país, tu mostraras los cuernos para determinar seis días; al día séptimo serás media corona. Al día catorce te pondrás de frente al sol, al medio mes cuando el sol te alcance en la base de los cielos, disminuye tu corona y haz menguar la luz. Y al desaparecer aproxímate al curso del sol. En el día veintinueve te pondrás de nuevo en oposición al sol.» (Júpiter)

«Después, volviéndose a Tiamat, tomo su saliva y con ella formo las nubes. Con su cabeza produjo los montes y de sus ojos hizo fluir el Tigris y el Eufrates. Finalmente, de sus ubres creo las grandes montañas y perforo los manantiales para que los pozos dieran agua.
Finalmente, Marduk solidifico el suelo levantando su lujosa morada y su templo, ofreciéndolos a los dioses para que se alojaran allí cuando concurrieran a las asambleas en las que debían fijar los destinos del mundo. Por consiguiente, a estas construcciones les llamo Babilonia, que quiere decir: la casa de los grandes dioses».

Thu26Nov

Mitología. Creación según Evangelio de las Brujas

Escrito en Historias, Mitología

«Diana fue la primera en ser creada, antes de toda la Creación; en ella estaban todas las cosas. En su interior, se dividió en luz y oscuridad, dando vida a Lucifer, su hermano e hijo. Y al ver la luz tan hermosa, la luz que era su otra mitad, su hermano Lucifer, la deseó enormemente. Deseando recibir a la luz nuevamente en su oscuridad, para devorarla en éxtasis, tembló de deseo. Ese deseo fue el amanecer.

Pero Lucifer, la luz, huyó de ella, y no accedió a sus deseos. Él era la luz que huye a los rincones más distantes del cielo, el ratón que corre delante del gato. Entonces Diana se dirigió a los padres de todos los Comienzos, a las madres, a los espíritus que existieron antes del primer espíritu, y se lamentó de su falta de éxito con Lucifer. Y ellos alabaron su coraje, y le dijeron que para elevarse primero debía caer; para ser la jefa de las Diosas primero debía ser mortal. Y en el correr de las eras, cuando el mundo fue construido, Diana viajó a la tierra, al igual que Lucifer, quien había caído. Diana enseñó magia y hechicería, y surgieron las brujas, las hadas y los duendes, y todo aquello que se parece a los hombres pero no es mortal. Y Diana tomó la forma de una gata.

Su hermano tenía una gata que amaba sobre todas las cosas, y dormía en su cama todas las noches; una gata más hermosa que ninguna criatura, un hada, aunque él no lo sabía. Diana acordó con la gata intercambiar formas, por lo que se acostó con su hermano, y en la oscuridad asumió su verdadera forma, y por Lucifer se convirtió en la madre de Aradia.

Pero al llegar la mañana, Lucifer se dio cuenta de que había dormido con su hermana, y que la luz había sido conquistada por la oscuridad. Estaba furioso, pero Diana con sus artes mágicas lo fascinó, y él se abandonó a su amor. Esta fue la primera fascinación; ella canto la canción, que era el zumbar de las abejas, una rueda girando, girando como la vida. Ella hizo girar la vida de todos los hombres; todas las cosas giraron en la rueda de Diana. Lucifer hizo girar la rueda.»

Wed18Nov

Mitología. Teogonía

Escrito en Historias, Mitología

El Surgimiento de la Materia

El origen de todo estuvo en el Khaos (caos) que deriva de kha, «espacio vacío». De éste surgió Gaia (Tierra) y Eros (amor). Eros es la fuerza de atracción que une a los elementos y a los seres, haciendo posible la creación.
Del Khaos nada podía esperarse, hasta que por acción de Eros surgieron Erebos (las primeras tinieblas), cuyos dominios se extendían por debajo de Gaia en una basta zona subterránea, y Nyx (noche).
Erebos y Nyx se unieron, originando a Aither (éter) y Hemera (día), que personificaron respectivamente la luz celeste y terrestre. Es interesante señalar aquí que, al igual que en la mayoría de los mitos creacionales antiguos, es la noche quien precede al día, y no a la inversa.
Nyx por su parte generó a Thanatos (muerte), Hypnos (sueño), Oneiros (ensueño), Moros (amparo), Oizys (lamento), Eris (discordia), las tres Moiras, las Hespérides (ninfas del ocaso) y Némesis (el equilibrio moral y la justicia).
Gaia, por sí sola, generó a Uranós (el cielo estrellado) y a Ponto (el mar estéril). De las uniones con ambos surgieron los primeros seres que poblaron el recién creado planeta.

Los Primeros Seres

De Gaia y Uranós surgen las razas de los Titanes, personificación de las fuerzas de la naturaleza, los Hecatonquiros (monstruos de 50 cabezas y 100 brazos) y los Cíclopes (gigantes de un solo ojo).
Los Hecatonquiros se llamaban Coto, Briareo y Gie, y encarnaban los poderes de la tierra. Los Cíclopes se llamaban Bronte (trueno), Estérope (rayo) y Arge (relámpago), y encarnaban los poderes del aire.
Los Titanes fueron 12, 6 machos y 6 hembras:
Okéanos (Okéanos, representa el agua que rodea al mundo), Koios (Ceo), Hiperión (representa el fuego astral), Jápeto, Crio y Cronos (representa el tiempo).
Théia (Tea), Rhéia (Rhéia, representa la Tierra), Thémis (Temis, representa la justicia), Mnemosine (representa la memoria), Tethys (Tetis, representa la fecundidad de las aguas) y Fólbe (Febe, representa al sol).
De Gaia y Ponto surgieron Neréus (Nereo), Tháumas (Taumante), Phorkys (Forcis), Ketó (Ceto) y Euribia. Phorkys y Ketó engendran a las Gorgonas (monstruos marinos) y las Grayas (personificación de la vejez).

La Emasculación de Uranós

Uranós rechazó a sus hijos los Hecatonquiros y los Cíclopes, y los envió a las profundidades de la tierra. Gaia, furiosa ante este hecho, planeó vengarse, y entregó una hoz a su hijo menor Cronos para dar muerte con ella a Uranós. Protegido por la Noche, Uranós se disponía a penetrar en Gaia; en ese momento Cronos cortó con su hoz los genitales de su padre, separando al Cielo de la Tierra.
Pero las gotas de sangre fertilizaron una vez más a Gaia, dando origen a la Erinias (Furias), los Gigantes y las Melíadas (las ninfas de los bosques). Algunos trozos del miembro de Uranós que cayeron al mar formaron una blanca espuma de la que se formó Afrodita. De la hoz, tirada también al mar, surgió la isla de Corfú.

La Descendencia de los Titanes y Póntidas

Algunos Titanes se unieron entre sí, o con los hijos de sus hermanos, poblando el mundo:
Okéanos y Tethys – Padres de 3000 ríos y de las ninfas oceánides.
Koios y Fólbe – Padres de Leto (noche oscura) y Asteria (noche estrellada).
Hiperión y Théia – Padres de Helios (sol), Selene (luna) y Eos (aurora).
Jápeto y Clímene (oceánide) – Padres de Atlante (Atlas), Menotios, Prometeo y Epimeteo.
Cronos y Rhéia – Padres de los Olímpicos
Crio y Euribia (hija de Ponto)
A algunos de sus hijos, como Helios, Prometeo, Epimeteo y Atlas, también se les considera titanes.
Asimismo, algunos hijos de Ponto y Gaia se unieron a ninfas oceánides:
Nereo y Doris – Padres de las nereidas (ninfas de las aguas)
Tháumas y Electra – Padres de Iris (arco iris) y las Harpyiai (Harpías).