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Sat28Nov

Mitología. Enuma Elish

Escrito en Historias, Mitología

«Cuando en lo alto el cielo no había sido nombrado y en lo bajo la tierra no había sido mencionada, del Abismo y la Impetuosidad se mezclaron las aguas. Ni los dioses, ni las marismas, ni los juncales existían. En ese caos fueron engendrados dos serpientes que durante mucho tiempo crecieron en tamaño, dando lugar a los horizontes marinos y terrestres. Ellos separaron los espacios, ellos fueron los limites de los cielos y la tierra. De los limites nacieron los grandes dioses que se fueron agrupando en distintas partes de lo que era el mundo. Y estas divinidades siguieron engendrando, perturbando así a los grandes formadores.

Entonces el abisal Apsu se dirigió a su esposa Tiamat, madre de las aguas oceánicas y le dijo: «el proceder de los dioses me es insoportable, su jolgorio no me deja dormir. Ellos se revuelven por su cuenta siendo que nosotros no hemos fijado ningún destino». Así hablo Apsu a Tiamat, la resplandeciente. De tal manera fue dicho esto que Tiamat enfurecida se puso a gritar: «vamos a destruir a esos revoltosos así podremos dormir». Y ella estaba rabiosa y se agitaba dando grandes voces. Fue de ese modo que uno de los dioses, Ea, comprendiendo el designio destructivo extendió sobre las aguas un encantamiento. Y con el dejo profundamente dormido a Apsu, como era su deseo, y le ato con cadenas. Finalmente lo mato, desgarró su cuerpo y sobre él estableció su morada. Allí vivió con su esposa Damkina hasta que de esta unión nació Marduk (el creador del mundo)….»

«…mientras Marduk crecía y ordenaba el mundo, algunos dioses se acercaron a Tiamat y le recriminaron su falta de valor diciéndole: «mataron a tu consorte y te quedaste callada, y ahora tampoco nosotros podemos descansar. Te convertirás en nuestra fuerza vengadora y caminaremos a tu lado al combate». Así gruñían y se amontonaban alrededor de Tiamat, hasta que ella cavilando sin cesar decidió por fin modelar armas para sus dioses. Rabiosa creo a los monstruos serpientes de garras venenosas, a los monstruos tempestad, a los hombres escorpión, a los leones demonio a los centauros y a los dragones voladores….»

«…Cuando pasado el tiempo ni emisarios ni valientes pudieron cambiar los designios de Tiamat, el anciano Anshar se levanto pidiendo por Marduk. Entonces Ea fue hasta su hijo y le rogó que prestara ayuda a los dioses. Pero Marduk replico que en tal caso habría de ser elevado como jefe…»

«…Tiamat conjuro y recito sus formulas y los dioses salieron a la lucha, entonces el Señor (Marduk) arrojo su red atrapándolos. La terrible Tiamat abrió su enorme boca. En aquel momento, él, soltó a los huracanes que penetraron en ella y lanzo una flecha que atravesó su vientre. Después se hizo cargo de sus oscuras entrañas hasta dejarla sin vida. El horrible ejercito se desbando y en confusión las afiladas armas fueron destruidas. Ceñidos en la red los prisioneros fueron arrojados a las celdas de los espacios subterráneos…»

«…luego de reforzar la prisión de sus enemigos… el señor volvió sobre el cuerpo de Tiamat y aplasto su cráneo con la maza…y al ver la carne monstruosa concibió ideas artísticas. Así que corto a lo largo el cadáver como si fuera un pescado, levantando a una de sus partes hasta lo alto del cielo. Allí la encerró y coloco un guardián para que impidiera la salida de las aguas. Luego atravesando los espacios inspecciono las regiones y midiendo el abismo estableció su morada sobre él. Entonces, construyo casas para los dioses iluminándolas con estrellas. Después de hacer el año, determino en el doce meses… a estos los dividió hasta precisar los días… destaco a Samash (Sol) la partición del día y la noche, y puso la brillante estrella de su arco para mirada de todos. Encargo a Nebiru (Sirio) la división de las dos secciones celestes al norte y al sur, en medio de la oscuridad encomendó a Sin (Luna) iluminar, ordenando los días y las noches.»

«Cada mes, sin cesar, le darás la forma de una corona. Al principio del mes, para billar sobre el país, tu mostraras los cuernos para determinar seis días; al día séptimo serás media corona. Al día catorce te pondrás de frente al sol, al medio mes cuando el sol te alcance en la base de los cielos, disminuye tu corona y haz menguar la luz. Y al desaparecer aproxímate al curso del sol. En el día veintinueve te pondrás de nuevo en oposición al sol.» (Júpiter)

«Después, volviéndose a Tiamat, tomo su saliva y con ella formo las nubes. Con su cabeza produjo los montes y de sus ojos hizo fluir el Tigris y el Eufrates. Finalmente, de sus ubres creo las grandes montañas y perforo los manantiales para que los pozos dieran agua.
Finalmente, Marduk solidifico el suelo levantando su lujosa morada y su templo, ofreciéndolos a los dioses para que se alojaran allí cuando concurrieran a las asambleas en las que debían fijar los destinos del mundo. Por consiguiente, a estas construcciones les llamo Babilonia, que quiere decir: la casa de los grandes dioses».