El Diablo o El Destructor
Simbología: Está representado por una Entidad fría que flota en su esencia, siendo el fuego cósmico o fuerza psíquica, nos enseña la disciplina y ejecuta lo que la Justicia Divina dicta; debajo de ella está una mujer y un hombre encadenados en sus deseos inferiores y ella los somete a la disciplina que los canales naturales imparten en su proceso de causas y efectos. XVI La Torre La Torre es símbolo de accidente, contratiempo, infortunio, desastre y calamidad. Este Jeroglífico trabaja al servicio del Destructor y la torre es utilizada como mansión y planificación de su trabajo. Se representa por una torre partida por un rayo indicando la fuerza destructora que se utiliza en el preciso momento. Desde el principio de los tiempos en la planificación del Universo y por decisión superior, se planeo a una legión de servidores que importunara a lo creado, para que la inocencia celestial, se transformara en entidades útiles al servicio Universal y dispusieran de plena libertad de elección por sus conocimientos adquiridos en su libre albedrío. El infortunio existe solo en la ignorancia del conocimiento natural. En la naturaleza existen unas Leyes que fueron creadas para que en su funcionamiento sean dominadas por sus criaturas. La consecuencia de la falta de dominio, previsión y control, traen como consecuencia el sufrimiento y la desesperación, por esto el mal, es solo la consecuencia de la ignorancia y la falta de dominio de las Leyes eternas del Universo. La Ley se hizo para todas las criaturas en igualdad, esto es algo que la humanidad tendrá que superar por ella misma en su proceso de evolución, pues el proceso es grupal. También significa: problemas que surgen, persona enfadada, frustración, desequilibrio, depresión, falta de amor, ignorancia de lo natural, falta de espiritualidad, sufrimiento. Ciclo 2º. Segunda tríada de los Jeroglíficos nº 9 y 2. Triángulo referente a la Raza Hiperbolaria Vegetal. Su principio es YING. Nota «Re». Fuerte. Número triangular 3. Color Gris, Verde oscuro. Rojo.
